Camino Mozárabe por Trujillo a Santiago
10/02/2024
Córdoba-Cerro Muriano
03:52:18 /18.06 Kms.
Hoy ha dejado caer el cielo el agua por la que se han hecho rogativas por la aridez que ha plagado los campos yermos y baldíos. Excelente día para iniciar mi 16ª camino a Santiago desde Córdoba a Compostela. Con buen ánimo dispuesto a afrontar este nuevo reto, que por mi experiencia en anteriores caminos, no ha supuesto ningún incordio en prepararlo, se ha convertido en una rutina que me satisface sobre todo por las sorpresas que me depara en sus paisajes y personas.
Afortunadamente me he recuperado y quiero expresar mi agradecimiento al psiquiatra Dr. Alejandro Martínez Rubio, que ha sabido prescribirme los fármacos que mi organismo necesitaba y que aún sigo tomando, para regresar con esperanza y vitalidad a la vida.
Salgo como siempre desde mi casa ya entrada la mañana, puesto que la jornada de hoy es corta pero exigente, pues llegamos a más de 500 metros de altitud en la Barriada de Cerro Muriano, tan de moda estos días pasados por la fatídica muerte de dos leales soldados en un ejercicio absurdo y negligente, hay que dar ejemplo y no mirar el espectáculo, registrando la ciudad de Córdoba algo más de 100 metros de altitud. Tomo el paseo marítimo de la ciudad, como le llaman los viandantes, también conocido por el Vial Norte, pues dispone de unas cortinas de agua y fuentes de chorros de agua en su trazado que por el rigor del calor, hace las delicias para refrescar a los caminantes, que se afanan a la caída de la tarde a dar el paseo para hacer ejercicio y saludar a los amigos.
Paso por el polígono industrial de Pedroche, tras subir la joroba de la carretera para sortear la vía férrea y la cementera Asland, llego a un puente en forma de tubo de desagües y compruebo que el arroyo que siempre lo he visto seco, surtía un caudal de agua marrón que se bamboleaba en su cauce. Sigo ya en ascenso hacia las urbanizaciones de la Carrera del Caballo y el restaurante El Cardador de la Sierra, antes al cruzar un gran charco me deslizo por la ladera y caigo, sin consecuencias y con barro, excelente inicio hay que tomar contacto con la tierra, ya me pasó en mi camino de Lisboa a Oporto junto al río Trancao. Continuo mi acompasada marcha hasta las inmediaciones del Santuario de Nuestra Señora de Linares, donde la profusión de la masa arbórea de encinas, jaras y agua discurriendo por los arroyos. Todo esto constituye una enorme sorpresa que trata de apaciguar mi enérgico ritmo. Subo la pronunciada cuesta por la vereda que abandona el Santuario con inmensas piedras, a mitad de la misma saludo a un senderista que me avisa de precaución para la etapa de Villaharta a Alcaracejos, le digo que la conozco bien y para mi es un sueño. Me interno por la loma de los escalones con rocas alineadas y talladas por el paso de algunas diligencias, según me cuentan.
Entre enhiestos pinos asciendo suavemente y atisbo los cerros del horizonte cubiertos de vegetación cuando la lluvia arrecia y con suavidad acaricia mi rostro y piernas, alivio y alegría ante el sofocante estío que estábamos padeciendo, que prosiga este derrame del cielo.
Ya llego a la Barriada de Cerro Muriano donde como en el restaurante Los Pinares, un revolcón de patatas con jamón y solomillo a la montillana, con este último no pude y tuve que desistir para que el camarero me lo apartarse en un recipiente de plástico, esta noche será mi cena.
Ya en el Restaurante pasan dos senderistas y al saludar compruebo que uno es José Antonio Fernández al que saludo muy afectuosamente, pues fue un compañero de mi primera incursión en los caminos a Santiago, allá por los años 1999 y también en 2004, además es el autor de la guía de camino mozárabe,
Bueno amigos, he regresado a mi domicilio en autobús y mañana si Dios quiere, regresaré a Cerro Muriano para seguir hasta Villaharta ya en la puerta de Sierra Morena.
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23/02/2024
Aldeanueva del Camino 520 / Valverde de Valdelacasa 800
06:36:22 31.49 kms.
Aún recuerdo cuando en mi peregrinación del año jacobeo 1999, nos alojó un concejal, a los cuatro peregrinos cordobeses, en las tarimas del escenario del teatro, por supuesto con esterilla y saco de dormir. Como pasa el tiempo y mejora el equipamiento de los albergues, pues en 1999 ni existían, ahora todos los días he descansado con sábanas, edredón, manta y en algunos lugares hasta me han entregado toalla. Ah, y tampoco llevaba teléfono, llamaba desde un teléfono de monedas de los bares, si lo había, dándole a mi familia el croquis de las jornadas diarias, con el aviso de que si no llamaba pasados dos dias, se avisase a la Guardia Civil para intentar localizarme, así sin teléfono peregriné también en 2004, 2010 y 2013, nunca hubo, por fortuna, que solicitar a la Benemérita. Ahora, todos los peregrinos, portan su teléfono móvil y cuando no hay cobertura ni wifi, significa un motivo de disgusto y molestia, para algunos peregrinos.
Hoy ante los pronósticos de lluvia, salgo ataviado con el chubasquero y capa de agua. Pues he espantado la lluvia, puesto que no ha llovido absolutamente nada, solo en los últimos kilómetros, aparece la lluvia muy tímidamente, cuando ya me había desprendido de la capa y el pantalón impermeable. El trazado discurre hasta las inmediaciones de Baños de Montemayor, por el arcén de una carretera comarcal, que suele estar concurrida a primeras horas de la mañana, próximo queda el pueblo turístico de Hervas, en una subida suave y constante. Baños de Montemayor me recibe con una agradable sorpresa, pues encuentro un billete de 20€, justo cuando entro por el polideportivo José Manuel Calderon. Continuo por las calles en ascenso permanente que me conducen a la calzada que me lleva a la provincia de Salamanca en el municipio del Puerto de Bejar a 900 mts., de altitud, antes hago una fotografía panorámica del pueblo de Baños de Montemayor con el embalse de Gabriel y Galán al fondo.
También recuerdo una anécdota curiosa de este tramo, fue en el año 2013, cuando tras la subida de la calzada y el sendero siguiente, llegando a la carretera de acceso al Puerto de Bejar, me palpo el abdomen con fuerza y me percato que no porto la riñonera, me vuelvo corriendo hasta el albergue situado en el Centro de interpretación de la Vía de la Plata de Baños de Montemayor, donde había pasado la noche, y me encuentro al hospitalero con la riñonera que le habían entregado un matrimonio de peregrinos, por encontrarla en el aseo.
Ya en el Puerto de Bejar, corresponde descender por una vía pecuaria preciosa, flanqueada de castaños y robles que me llevan al puente de La Malena por el que fluye trepidante el río Cuerpo de Hombre. Continuo por una carretera local, pues el camino paralelo está desbordante de agua que discurre por regueros. Hace frío y aprovecho para reponer calorías con un bocadillo de chorizo. En subida llego a la Calzada de Bejar, con sus balcones de madera que sobresalen de las viviendas de casas. Me encuentro con una pareja de peregrinos franceses. Tras colocarme la malla larga que cambio por el pantalón impermeable, me encuentro con energías repuestas y la vía pecuaria, que deja arriba los montes de Bejar, y los hatos de vacas, pastando sin tregua, la abundante hierba, el firme es muy bueno, así que incremento mi ritmo hasta mi destino en Valverde de Valdelacasa, entro al único bar, muy acogedor y punto de encuentro de sus moradores, de nombre El Peregrino, este pueblo cuenta tan solo con 26 habitantes. La señora hospitalera, proveniente de la provincia de Alicante, me reconoce, me atiende y me prepara un plato combinado. Con parsimonia y relajación me quedo en una mesa de este acogedor y caliente bar, pues estoy a 800 metros de altitud y hace fresco a la intemperie.
La verdad es que os tengo una gran envidia sana a los peregrinos de los años 2000 cuando ibais sin móvil y llamabais desde las cabinas telefónicas, conseguíais desconectar completamente de la sociedad y podíais pensar en vuestras cosas y desarrollar vuestra introspección más profundamente.
Me alegra mucho que nos cuentes esos detalles que solo vosotros habéis vivido y que sois los que nos los podéis transmitir ya que nosotros por desgracia o por fortuna ya no podremos disfrutar de aquellos tiempos y aquellas peregrinaciones.
Buen camino
Jaor estaría bien informaras del coste de los alojamientos ya que con la inflacion talvez subieron de precio.
Por cierto mucha gente por aldeaNueva del camino?
Buen camino
24/02/2024
Valverde de Valdelacasa 800 / Pedrosillo de los Aires 950
06:12:43 - 29.84 kms
Ayer en el bar “El Peregrino”, acogedor y con la chimenea encendida, se reunieron algunas personas a jugar la partida de dominó y así pasar mejor el tiempo. Aproveché para secar la ropa que estaba húmeda, ya que la tarde estaba bastante gélida, a 800 metros de altitud y en invierno es lo frecuente, también dormí en el albergue de Santiago solo y con sábanas de franela.
Hoy emprendo el ascenso por la carreterita que me conduce a Valdelacasa, otro pueblo de la España vacía, pues es pequeño y no me encontré con ninguna persona. Estos pueblos son eminentemente ganaderos, y cuando nace un niño, es todo un acontecimiento, celebrado por sus habitantes. El día es gélido y voy provisto de bufanda pasamontaña y la cazadora del chubasquero colocada por encima del polar. Me sorprende la luna llena brillante en el oeste de mi camino, por el reflejo del Sol que trata de asomarse entre las esponjosas nubes. Continuo por carretera sin vehículos, con fincas ganaderas delimitadas por cercas de piedras. Llego a una vía pecuaria que me conduce en subida suave hacia las inmediaciones de Fuenterroble de Salvatierra, dejando a mi izquierda un cerro horadado por las maquinarias para extracción de minerales. Ya a lontananza vislumbro la torre de la Iglesia que emerge imponente sobre el racimo de casas que se extienden a su alrededor. Llego al albergue de Santa María, remanso de paz para el peregrino, la chimenea siempre está encendida, desprendiendo con la luz de sus ascuas, el calor y el sosiego que calma su esfuerzo. El padre Blas está en Medjugorje, me dice el hospitalero que sale a mi encuentro, me estampa la credencial y me tomo un refrigerio, despojándome de las prendas de abrigo. El comedor de los peregrinos fue mi dormitorio en 1999, descansando con esterilla y saco de dormir. Reanudo mi marcha con ambiente frío por el inmenso paramo de charcos y regueros de agua, hierba verde, alambradas y cercas de piedra en las fincas de vacas marrones, que hacen un descanso en su rumiar, mientras camino. Hay miliarios, testigos pétreos del camino, también hay clavadas y erguidas algunas cruces de madera, muchos bloques de enormes piedras para facilitar el paso de los peregrinos y abundantes chaparros.
Llego a la bifurcación de la subida al pico de la Dueña y elijo como en otras ocasiones ir hacia Pedrosillo de los Aires, más corto y con
menos pendientes que hacia San Pedro Rozados y Calzadilla de Mendigos. El pico de la Dueña tiene dos aspectos que lo caracterizan: es el punto más elevado del camino con más de 1000 metros de altitud y también ser el punto medio del camino por la distancia entre Cordoba y Santiago.
Accedo al camino que entre fincas ganaderas me lleva a Pedrosillo de los Aires, siendo preciso abrir y cerrar puertas, que disponen de doble seguro. Ya en lo alto emerge el pueblo, haciendo honor a su apellido, y tras calles torcidas llego a la casa de la hospitalera Margarita, que ya me reconoce, conduciéndome al albergue, que comparto con dos peregrinos, con sábanas de franela, edredón, mantas y estufas para combatir el frío. Para saciar mi apetito voy al único bar colindante que me ofrecen garbanzos y algo de pringa, que hay que repartir entre los tres peregrinos.
David, los precios de los alojamientos donde me he quedado yo y otros que se, por el camino de Trujillo; Magacela casa rural Los Cercones 20€ con desayuno. Villanueva de la Serena hotel El emigrante 29€. Puebla de Alcollarin albergue donativo. Campo Lugat albergue donativo. Abertura nave con aseo gratis. Trujillo hotel Julio 25€. La Aldea. Del Obispo albergue donativo. Torrejon el Rubio casa rural La Cañada 30€, en Ayuntamiento en biblioteca gratis. Villarreal de San Carlos, yo gratis, por contactos. Plasencia albergue 18€. Los demás mira en Gronze o pregunta pero han subido sobre 1 € o más.
Muchas gracias por la info, veo que el camino mozarabe por trujillo sigue con los mismos precios que 2022.
saludos.
25/02/2024
Pedrosillo de los Aires 950 / Salamanca 810
07:12:41 - 33.64 kms.
Ayer estuve tomando un té en el único bar del pueblo y colindante con el albergue. La televisión estaba encendida retransmitiendo un partido de fútbol con el volumen alto. Los escasos clientes hacían caso omiso al evento. Así una señora mayor de tez arrugada y de aspecto delgada se situó de espalda al partido calentándose con un brasero, la dueña del bar le hacía compañía, una persona con diversidad funcional se recreaba en contemplarme mientras escribía la crónica diaria, otro caballero tomaba un café en el mostrador sin importarle el partido. Viene estas situaciones pues el año pasado cuando estuve en el bar también ocurría lo mismo, en esta ocasión se encontraban cuatro caballeros jugando una divertida partida de dominó debajo de la televisión y sin importarle nada en absoluto lo que estaba ocurriendo, eso si el volumen era atronador.
Hoy salgo con mis sandalias, polar y malla larga para emprender la jornada, pero al abrir la puerta compruebo que a través de la luz tenue de la farola aparecían gotas de agua, Así como la calle estaba mojada e incluso había un reguero por donde fluía agua. Siempre procuro comprobar el tiempo para el día siguiente, pero la wifi del ayuntamiento no me permitió hacerlo. Así que a cambiarse con prendas para la lluvia, dejando a mis dos compañeros durmiendo puesto que van a Morille, Juan Pedro tiene unas ampollas tremendas y cuando llegue a Salamanca dice que termina.
Como está lloviendo débilmente, me aferro al asfalto de una carretera poco transitada, además hoy es Domingo, que es por donde está señalizada. Fincas de vacas negras y grises con cuernos, dóciles y aburridas, pues solo están para rumiar la abundante hierba, así que esta es su vida. Llego a Monterrubio de la Sierra, sus habitantes deben de estar durmiendo, pues no me encuentro con nadie, es lo propio de estos lugares que paulatinamente languidecen y se echa en falta el brío y el jaleo de unos niños que juegan en la plaza y calles del pueblo. Acompasado y entretenido por los susurros de mis oídos voy llegando a Morille, pueblo bien cuidado y con detalles de adornos de figuras de bronce. Aquí por fin me encuentro a una pareja de señoras, la mayor lleva bastones de senderismo y me desean buen camino y yo les aliento en su caminar decidido.
Ya me encuentro en el campo charro con dehesas de encinas con copas pletóricas y troncos rugosos. Me entretengo en abrir y cerrar cancelas para evitar que el ganado salga, algunas con regalo de charco rebosante incluido. Giro a la izquierda y me encuentro las casas de una enorme finca que preside desde una loma el campo. Ya a lo lejos y difuminada por la llovizna, aparece Salamanca con las enormes torres de la catedral, pero de improviso noto el embate del fiero viento de oeste y de costado, que me acompañará hasta la ciudad de Salamanca. Inmensas rectas de campos de cereal que el viento peina con furia. Hay que pisar con prudencia para evitar el barro que resbale, procurando pisar la hierba que ofrece más adherencia y también limpia las botas. Las torres se esconden y aparecen
de repente, cada vez más majestuosas y enormes. Tras una subida llego a una cruz de dos largos palos y un montón de piedras que tratan de imitar a la Cruz de Ferro. Las rectas son interminables y el viento no cesa en su empuje, me tomo una pera para calmar mi estómago que lo está pidiendo hace un buen rato. Ya llego a la gasolinera que me marca el comienzo de la ciudad y decido hacer un alto para comer, elijo un restaurante próximo al puente romano especializado en pizzas y hamburguesas que está muy frecuentado. Atravieso el largo puente sobre el río Adaja con excelentes panorámicas de las torres de la Catedral, paso por la Plaza Mayor, que preside ondeando las banderas el ayuntamiento, hoy con el día intempestivo no hay nadie sentado en las agradables terrazas a la hora del aperitivo. Paso por la puerta del que fue mi domicilio de la calle Hermanos Pinzones, allá por los remotos y lejanos años 1982 a 1984, que está rebosante de automóviles. Llego a mi alojamiento a la Residencia de la calle Doña Urraca, muy confortable, climatizada y bien equipada que dispone de dos habitaciones.
26/02/2024
Salamanca 810 / Calzada de Valdunciel 800
03:02:17 -15.57 kms
Salamanca tiene para mí un grato recuerdo, pues viví en esta ciudad durante dos años. La acogida y educación de sus gentes. El buen ambiente, por estar ubicadas facultades universitarias de prestigio. Además, es una ciudad cómoda pues ronda
los 200.000 habitantes y dispone de un importante patrimonio cultural con su emblemática Plaza Mayor, las catedrales, la casa de las Conchas, sus Universidades, sus iglesias y las calles peatonales que rodean la Plaza Mayor, con sus acogedoras cafeterías, bares, restaurantes y comercios.
Ayer el tiempo continuaba desapacible con viento fuerte y gélido que además propició lluvia. Me quedé en la zona de la avenida de María Auxiliadora y avenida de Portugal. Asistí a la celebración de la misa en la amplia y magnífica iglesia de María Auxiliadora, que fue una primicia, pues no la conocía. Presidiendo el altar mayor a la Virgen María coronada con diminutas luces encendidas. También cumplí con la obligación inexcusable de cenar y aproveché para degustar unas cervezas.
Hoy he emprendido una etapa corta hasta Calzada de Valdunciel, por lo que me he permitido levantarme más tarde, pasear hasta la Plaza Mayor y realizar algunas tareas logísticas. Salgo hacia la Glorieta, la plaza de toros salmantina, coso de tardes de arte y tronio. El campo charro, es un lugar donde hay afamadas ganaderías de reses bravas. Quise que me hicieran una foto
con la efigie del torero salmantino Santiago Martín “El Viti”. Continuo a buen ritmo por la carretera de Zamora, teniendo especial precaución en las rotondas que dan acceso
a la autovía pasado el estadio de El
Helmantico, por la que hay un tráfico muy intenso. Llego a Aldeaseca de Armuña rodeando su iglesia de una torre cuadrada y entre campos de cereal continuo mi camino
por extensas rectas con charcos y barro hasta Castellanos de Villiquera y de similar orografía continuo hasta mi destino en
Calzada de Valdunciel, pues el siguiente lugar dista sobre 20 kilómetros y es el pueblo zamorano de El Cubo de la Tierra del Vino. Soy un diminuto punto en
movimiento rodeado de la inmensidad del
campo que se extiende plano y despierta con el chasquido de mis pasos. En mi destino tras comer en el acogedor y caluroso Meson Fuentebuena me alojo en el albergue de La Casa del Molinero, de momento estoy yo solo al calor de una imprescindible estufa de butano.
27/02/2024
Calzada de Valdunciel 800 / Zamora 640
10:30:46 - 51.30 kms.
Hoy corresponde hacer una jornada de resistencia, me va la marcha y el día aunque gélido, no hay viento y el cielo está despejado. En mis caminos suelo hacer unas distancias similares a las de hoy, para la edad que tengo es una distancia que me ha puesto a prueba para calibrar la forma física y psíquica que dispongo. Ya sé que Joaquin es un devorador de kilómetros, y con el no hay parangón.
Así que para la ocasión me coloco algunas capas de ropa, pues la temperatura está sobre 0 grados. Decido hacer la etapa por el arcén de carretera de la nacional 640, pues hay escaso tráfico por la incidencia de la autovía. Además el terreno por esta zona tiene bastante arcilla y el barro y los charcos aparecerán en el itinerario. Yo estoy preparado para el asfalto y lo prefiero al camino, me propulsa al caminar, no tengo obstáculos y es también un poco más reducida la distancia, además esta etapa resulta pesada, pues discurre paralelo a la carretera y hay que subir y bajar con frecuencia y dar un rodeo cuando aparece una intersección de carretera.
La Luna llena me ampara y me ilumina en mi marcha, facilitándome la visibilidad, teniendo además la línea blanca del arcén como referencia. Son escasos los vehículos que pasan, los funcionarios del Centro Penitenciario de Topas, cuando se produce el cambio de servicio a las 8 de la mañana invaden sus vehículos el carril derecho con un destello de luces rojas. También la línea de autobuses entre Zamora y Salamanca y viceversa van raudos, pues es escaso el trasiego vehículos.
Decido salir pronto, pues la etapa es larga, así que a las 05:30, es la hora de inicio. Paulatinamente va despuntando el día y el Sol aparece hoy resplandeciente, pues no hay nubes que se lo impidan. La torre elevada e iluminada del Centro Penitenciario de Topas se observa desde una gran distancia, por los tramos largos de carretera, que con la obscuridad, da la sensación que no me muevo. Llego al panel que anuncia la entrada en la provincia de Zamora y al fondo
tras el silo, se encuentra El Cubo de la Tierra del Vino, lugar que he frecuentado, pues es el sitio más equidistante entre Salamanca y Zamora, pero ahora no me quedo, hasta que no se reforme el albergue por los precios desmesurados que fija su propietario, que desde que cerró el albergue FM, de grato recuerdo, y el albergue municipal, no tiene ninguna competencia. Aquí me despojo de algunas capas de ropa. Hay muchos peregrinos que se saltan estas etapas y se trasladan en autobús de Salamanca a Zamora. Ya sigo hasta el pueblo de enconado nombre Peleas de Arriba. Entre rectas y campos voy llegando a Corrales del Vino y decido tomarme una merecida refrescante cerveza y un bocadillo para que no falten las fuerzas, pues aún restan sobre 18 kilómetros para Zamora y he cubierto 32.
Los clientes me observan, pues por aquí no pasa la señalización del camino. A unos 2 kilómetros dejo al otro contendiente de la riña el pueblo de Peleas de Abajo. No sé el gentilicio de los habitantes de estos pueblos, pero espero que no sean Peleones. Sigo pletórico de moral pues llego a Morales del Vino. Aquí me tomo unas almendras que serán mi almuerzo, pues pretendo llegar a Zamora. Entre alcohólicos y peleones estoy pasando el día. Me encuentro ahora con un sinfín de vehículos que viajan veloces desde la capital a los pueblos y parece la autovía, pero sigue siendo la nacional 640. Ya estoy en Zamora mi destino, cruzo el caudaloso río Duero y sigo hasta la estación de trenes para que me expidan el billete de regreso a Cordoba, pues aquí amigos he decido hacer una pausa para atender mis compromisos. Han sido 18 los días que he estado disfrutando de las sorpresas y vicisitudes del camino. Os agradezco la atención que me habéis dispensado y espero que vosotros también hayáis disfrutado. Retomare desde Zamora, lugar que suelo fijar como punto de descanso en mi camino hasta Compostela.
Me alojo en el albergue de Zamora muy frecuentado, no sé por donde han llegado, pues desde Salamanca no he visto
a nadie.
Saludos y hasta otra.
Muy buenas, José Antonio. Tremenda etapa te has marcado hoy. Te has ganado un buen descanso. Saludos.
Jaor, tremendas etapas las que te estás haciendo. Enhorambuena por tu Camino y muchas gracias por contárnoslo. Tengo este Camino en mente y me surge una duda, ¿está bien señalizado o es aconsejable/necesario ayudarse de GPS?.
El Mozarabe por Mérida está muy bien señalizado, luego el que va por Trujillo desde Magacela ya no está tan bien señalizado pero con el track y siguiendo las flechas sin problema ninguno.
Menuda etapa José Antonio. Tienes que estar muy fuerte no solo físicamente, sino también emocionalmente, así que me alegro muchísimo de que la "medicina" siga haciendo su efecto. Un abrazo
Blenques si tienes Facebook entra en la página Camino Mozárabe por Trujillo, en la pestaña de archivos, encontrarás todo lo relativo a itinerario y alojamientos. Si no tienes dame tu correo electrónico para que lo envíe. Por supuesto wikiloc siempre es una ayuda, pero si no tienes tampoco resulta complicado. Gracias, seguiré informando cuando lo retome
Enhorabuena Jaor, una vez más. He seguido tus crónicas.
Abrazo
De camino a Alcarazejos va el río desbordado por tanto toca ir por carretera.
Saludos.
16.04.2024
Zamora 640
Reanudo mi 16 camino a Santiago desde Cordoba. Hoy he llegado a Zamora en tren donde lo dejé el 27 de Febrero.
Tras realizar el curso de hospitalero voluntario este fin de semana pasado en el albergue de Cerro Muriano, habiéndome ya asignado albergue quincenal. Estoy en buena condición física y psíquica para continuar emprendiendo caminos y cuando estime que no lo esté, aprovecharé para dedicarme a atender Peregrinos cuando lo requiera mi situación.
Llego al albergue y me encuentro con Marit, compañera de curso de hospitalero, que hoy precisamente se estrena como hospitalera. Como era de prever, muchos peregrinos, así soy el 19 peregrino que de momento se aloja en el albergue. Un albergue muy cómodo, espacioso y cerca de la zona monumental de Zamora.
Hoy ha sido un día especial pues se han propiciado encuentros Peregrinos, así he tenido la oportunidad de conversar con mi amigo Victor, Presidente de los caminos jacobeos de Castilla/Leon y con el gran José Antonio Cuñarro, promotor de los caminos de El Salvador y Olvidado, que desde Almería viene emprendiendo el camino y tuve la oportunidad de saludarle en Córdoba, mañana él continúa por el camino zamorano/portugués y yo por el camino sanabres , que lo tengo un poco olvidado.
Me espera un camino lleno de mágicas sorpresas que trataré de descubrir impregnándome de sus olores, colores y sabores.
Que tengas un buen Camino. Saludos.
Cuántas buenas noticias
Buen Camino, amigo.
17/04/2024
Zamora 640/ Fontanillas de Castro 710
31.11 kms 06:08:19
Salgo del albergue provisto de sandalias, que me permiten que el pie se expanda y no tenga fricción con la zapatilla. Hoy el itinerario es de asfalto y camino compacto, aunque aún quedan algunos charcos de las lluvias recientes.
El sigilo de Zamora con las farolas que iluminan con tonos amarillos le confiere un halo de misterio a la iglesia románica presidiendo la estatua del Nazareno prorrumpiendo el tambor, la fachada del ayuntamiento en donde ondean las banderas en sus mástiles, la fachada porticada de un edificio anexo. Forman un conglomerado que se integra en la plaza que los une. Asciendo por una empinada cuesta que me conduce a un polígono comercial que no figura en la señalización del camino, pero que conozco bien, y sigo a buen ritmo hasta Roales del Pan, el paseo de una persona mayor. En este pueblo me quedé alojado en su albergue municipal, que desde hace unos 5 años lo han cerrado, sin embargo aparecen como novedad una zona de bancos metálicos y fuente anexa a la finca donde desde siempre están las figuras de animales y personas que tratan de imitar un cuento. Dejo el asfalto después de 7 kilómetros y me interno en las largas rectas del campo, aparecen nuevas y vastas extensiones de paneles solares que paulatinamente van imponiendo su presencia a los cereales, predominando el color amarillo de la colza que se funden con el azul del cielo. De improviso y por la espalda cuando estoy efectuando una llamada telefónica, oigo cada vez más un estridente ruido, pasando fulgurante y rápido el AVE que se esconde tras un puente. Siguiendo la senda bien compacta y drenada, que en tres caminos emprendí cuando estaban los puentes y túneles, exentos de catenaria y traviesas en las vías.
Soy un minúsculo objeto en movimiento envuelto entre extensos y verdes campos y un nítido y azul cielo. Llego a Montamarta, me encuentro con el propietario del albergue El Bruñedo, Alfonso que conozco por alojarme hace unos años. A la salida de la población, la ermita de la Virgen del Castillo en un cerro, preside imponente y reflejándose en un inmenso lago que la rodea, puedo contemplarla esta vez sin los riachuelos y regueros por la escasez de agua, que las empresas hidroeléctricas se afanaban en usurpar. Sigo avanzando sin tregua por las inmediaciones de la autovía por pasos elevados y las colas del embalse de Ricobayo hasta las ruinas de Castrotorafe, vestigio pétreo de tiempos pasados. Un cartel me indica un bar a 300 metros, es el restaurante 107 en el que decido efectuar la merecida comida. Llego al albergue de Fontanillas de Castro que magníficamente sus hospitaleros Ángela y Paco atienden con esmero y dedicación al peregrino que se aloja, han sido proclamados uno de los mejores albergues del camino, siempre limpio y caliente.
Esta noche espero ver al Real Madrid en su partido de la Champions contra el Manchester City por televisión. Que haya suerte y que disfrutemos de un emocionante encuentro.
18/04/2024
Fontanillas de Castro 710 - Tabara 760
36.06 kms/ 07:20:39
Tengo que felicitar a los hospitaleros Angela y Paco por las atenciones y dedicación que ofrecen al peregrino: una copiosa y sabrosa cena y desayuno, limpieza de las instalaciones. Todo ello aderezado
con simpatía, calor y esmero. Ya son 3 las veces que me he alojado y siempre he dormido en la misma litera.
Ayer cuando hice mi entrada en el bar, oí un grito unánime de los clientes que se congregaban viendo el partido de la Champions entre el Manchester City y el Real Madrid, pues había marcado Rodrygo para el equipo español. Así que tuve una entrada eufórica que hasta el último penalti estuvo la emoción con final feliz.
Salgo provisto de sandalias que he comprobado que teniendo buena sujeción y huella camino mejor que con la compresión de las zapatillas. El día está despejado y algo gélido, que por estos lugares, es propia esta temperatura. Me decido, como en otras ocasiones por el arcén de la carretera hasta Riego del Camino y es aquí donde elijo el camino hacia Granja de Moreruela, antes me desvío a la tienda-bar de la gasolinera en donde compro un bocadillo puesto que en Granja la tienda no la abren hasta las 10. Siempre que paso por Riego del Camino me acuerdo del bar Pepe en donde solía descansar para tomarme un pincho de tortilla, hace unos años que permanece cerrado, supongo que por la edad de sus dueños. A partir de Granja el camino se adentra en un sotobosque hasta la llegada al ahora caudaloso río Esla con el puente de Quintos construido de mampostería y sillería con nueve arcos, una auténtica joya. El camino me dirige por las inmediaciones del río Esla por senderos que zigzaguean entre piedras enormes el contorno de cauce, jalonado por retamas y árboles. Es el
momento de permitirme un descanso para contemplar absorto el río azul flanqueado por la naturaleza verde y el cielo azul, con mis entrañables amigos, los susurros. Abandono este peculiar rincón y me interno entre chaparros y las flores blancas de las retamas que adornan y perfuman con su esencia mi pletórico caminar, enhiesto y con ritmo. Llego a caminos con rectas muy largas que se difuminan en el horizonte entre la copiosa vegetación. Me interno por una carretera que me conduce a Faramontanos de Tabara, sumida en el letargo, me paseo por sus calles vacías, presas del silencio y la inactividad. Continuo hacia mi destino
con ritmo acompasado por los agradables caminos que me brinda la naturaleza exuberante, por las copiosas lluvias de Semana Santa. Llego a Tabara y me recibe su románica iglesia declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Como en el restaurante El Roble, una sabrosa y bien preparada comida de Purrusalda y Secreto a la barbacoa. Me dirijo al albergue de peregrinos atendido por el hospitalero José Almeida, que ya nos conocemos de otros caminos, alojándome en las dependencias nuevas que disponen solo camas bajas.
19/04/2024
Tabara 760- Olleros de Tera 760
36.63 kms 07:09:33
Ayer los peregrinos alojados tuvimos la espléndida acogida que nos ofrece José Almeida, 10 años de hospitalero en el albergue de Tabara. Cena comunitaria en donde la mayoría eran extranjeros, solo Sabina de nacionalidad polaca, dos bicigrinas vizcaínos y yo hablábamos el idioma de Cervantes, el resto alemanes, italianos, francés y un lituano, que aparece en los albergues media hora antes de la cena.
Como es habitual desayuno el primero y también salgo el primero, cada vez más satisfecho de calzarme las sandalias, el pie se expande y se airea mejor que con las zapatillas. Un acierto, espero que duren hasta la llegada a Compostela. Ante la escasa y desdibujada señalización, puede que por la incidencia de la vía del AVE, tomo la información de la App Buen Camino, pues a la salida del puente sobre el ferrocarril, continúe por un camino paralelo a la vía férrea teniendo que salir del desvío y enlazar por el camino, un despiste, que corregí a tiempo. Asciendo flanqueado por arbustos y retamas por un camino rojizo, me encuentro con una peregrina albina que marcha a buen ritmo provista de un largo palo, también con
un peregrino cargado con una mochila pesada que no soy capaz de seguir.
Cuando me voy adentrando cada vez más aparecen lo que fueron árboles, puesto que ahora son maderas tiznadas de negro, presas de algún voraz incendio. Llego a Villanueva de las peras y en una terraza están algunos peregrinos tomando un refresco, con gestos y palabras que no entiendo, me dan a entender que no voy por el camino correcto. Pues si que voy por el camino más recto, pues elijo la tranquila carretera que reduce algo más de dos kilómetros, pues comprobado el camino observé que en
un tramo de tres kilómetros, torcía bruscamente en otra dirección. Caminar por asfalto es mi predilección, así que incremento el ritmo. Llego a Santa Croya de Tera, primer pueblo de la comarca del río Tera, muy próximo queda el vestigio más importante de este camino sanabres, el peregrino del siglo XII, situado en la jamba de la puerta trasera De la Iglesia románica, junto a las tumbas y panteones del cementerio. Un lugar tétrico, que el sol radiante procura imprimirle un cálido aliento. Continuo sin tregua por un sinfín de alamedas que guarecen con
sus enhiestos troncos el cobijo de las aguas que invitan a refrescarse del río Tera. Decido hacer una pausa y aprovecho para descansar y nutrirme, pues no hay bares ni tiendas abiertas, en un kiosko cerca del río, que dispone terraza y comidas ligeras que consiguen saciar mi apetito. Sigo avanzando y el soplo de una suave brisa me permite caminar sin denuedo a través de un canal de riego, que dice reiteradamente prohibido el paso. Paso por Calzadilla de Tera y en tres kilómetros mi destino en Olleros de Tera en la casa rural Julia, bien equipada y limpia. Hago la colada por primera vez con lavadora, pues el día está soleado y escribo esta crónica en una terraza a cubierto.
20/04/2024
Olleros de Tera 760- Asturianos 990
39.23 kms 07:47:55
Ayer en Casa Julia pude descansar muy bien, es agradable cuando la ocasión lo requiere disponer de una cama amplia en una habitación privada. Las vistas del campo aledaño sin edificios ni tránsito de vehículos también es importante para conseguir la relajación que se pretende.
A las 7 horas cuando comienza a despuntar el día efectúo mi salida hacia la@ pintoresca ermita de Agavanzal adentrándome en un sotobosque exuberante de retamas y chaparros. El radiante Sol emerge en el horizonte alumbrando con fulgor la naturaleza. Me percato tras consultar la App de Buen Camino que doy un rodeo que está señalizado, supongo que para descubrir más los entresijos de esta vibrante armonía en la que se conjugan el verde y el azul de las aguas del embalse. Ya en el camino de la presa voy rasgando las innumerables telarañas que han tejido las arañas para atrapar los insectos. Esto me demuestra que no me ha precedido nadie y que sin pretenderlo he salvado a muchos mosquitos. Llego a Villar de Farfon, pueblo mustio con la sola presencia del hospitalero Antonio
que lo encuentro sentado hacia el sol y de rasgos europeos, proveniente de Surafrica, que lleva 12 años, entre soledades y silencios. Continuo entre extensas alfombras de hierba camuflando el agua que fluye. Presto atención a las pisadas pues con mis sandalias trato de evitar el barro con el que pudiese resbalar. A lontananza asoma Rionegro del Puente cubierto de tonalidades verdes, me encuentro con varios pescadores que con paciencia y esmero, esperan que las bogas muerdan el anzuelo. Dejo el pueblo con la silueta de un peregrino quedando al fondo el albergue. El camino me introduce en un paramo encharcado en donde abundan algunas rocas y matojos de flores blancas. Tras varios kilómetros me recibe Mombuey, voy al banco a extraer algunos billetes, pues hay muchos establecimientos que no admiten el pago con tarjeta y me estaba quedando tieso. Me detengo ante su peculiar y enhiesta torre de la Iglesia de la Asunción con un Cruceiro delante, bonita estampa, cuando las campanas del reloj marcan las doce. Aprovecho para surtirme de agua en una fuente que custodia un monolito de piedra en el que se escribe en una placa la memoria de un ilustre vecino
que fue el primer profesor de viola y violín del conservatorio de música de Madrid. Continuo mi marcha hacia los pequeños pueblos de Valdemirilla, Cernadilla y San Salvador de Palazuelo que con sus significativas iglesias marcan el paso del tiempo. Solo me encuentro a un abuelo con su nieta y dos perros que salen a correr por los largos caminos. Llego a Entrepeñas, subiendo unas empinadas cuestas. Asturianos aún queda a 5 kilómetros y se hace larga la marcha, pero sigo en la brecha con ánimo resuelto. Por fin mi destino aparece a punto de sonar las 16 horas. La hospitalera me reconoce de otra estancia, que ahora no recuerdo la fecha. El albergue ha cambiado, antes sólo eran literas y ahora hay habitaciones independientes. Lo que sí continúa es el impetuoso y robusto roble.
21/04/2024
Asturianos 990-Requejo 1010
26.29 kms/ 05:12:31
Hoy corresponde emprender una etapa tranquila, es Domingo y me esperan unos días de resistencia con dos puertos y la entrada en la comunidad de Galicia. Siempre es acertado realizar una jornada corta para recuperarse descansando y efectuar las tareas logísticas. Los peregrinos extranjeros son una aplastante mayoría, hasta un griego apareció, españoles solo unos bicigrinos y yo, tal es así, que es muy frecuente que se dirijan en inglés para recabar alguna información.
Salgo más tarde de lo habitual, con un
espléndido día, aunque en Andalucía ha llovido, como no hay bares me como una mandarina de desayuno, tengo mi bautizo de lodo y agua fría por una carballeira que se dirige a Palacios de Sanabria, entre bosques negros por los voraces incendios recientes, extremo la prudencia para no resbalar. Decido calzarme las zapatillas y continuo hacia Remesal en donde aparecen los reyes Isabel la Católica y Fernando en aptitud de mirarse, en una escultura en piedra. Prosigo hasta Otero de Sanabria entre alfombras de hierba verde que camuflan algunos regueros de agua que hay que sortear.
@
Ya desde aquí marcho por una carretera sin tráfico que se interna en un páramo adornado con florecitas amarillas y violetas, al fondo se atisban los neveros blancos de la Sierra de Sanabria y los montes del
macizo galaico que guarecen a la comunidad de Galicia. Paso por Triufe, preludio de Puebla de Sanabria que aparece encaramada en un cerro a lontananza con su prominente castillo y las torres de las iglesias que desafían al nítido cielo. Antes tomo un merecido desayuno en el hostal de carretera Gran Casona, que dispone de una escultura en piedra de Peregrino, hace años tuve la oportunidad de alojarme, es prioritario repostar pues el estómago está vacío. Entro en la dirección a Puebla de Sanabria, aunque se que no es necesario, pues basta con seguir la carretera con escaso tráfico hacia Requejo, compruebo que el albergue la Luz está cerrado, así que el peregrino que pretenda alojarse tendrá que desembolsar los precios que rigen a la turística ciudad. Es pronto para asistir a misa y decido continuar. Mi ritmo se incrementa pues estoy en mi zona favorita para aumentar la marcha, el arcén de carretera, raudo y pletórico voy engullendo kilómetros, mientras me dejo embaucar por las plantas de ribera del río Tera, por donde otros años discurría el camino. Hago caso omiso al desvío hacia Terroso pues se interna por un camino con pendiente que aumenta la distancia y solo trata de evitar la carretera. Tras largas rectas llego a mi destino en el albergue de Casa Cerviño de Requejo, inicio de los puertos del Padornelo y la Canda que afrontaré mañana por carretera, pues el camino está inundado.
Quiero recomendar el restaurante de Tu Casa a 500 metros del albergue en
donde la atención y la comida está bien cocinada y abundante a un precio aceptable.
Hoy dispongo de más tiempo para el descanso y el esparcimiento.
22/04/2024
Requejo - A Gudiña
40.76 kms-07:35:30
Ayer estuve hablando con Luis, un gerundense de Blanes, que está dando la vuelta a España andando, ya emprendió desde Gerona a Compostela y desde Santiago viene por el camino sanabres, lleva algo más de dos meses y le quedan cinco más. Una proeza digna de elogio. También salude a la pareja de peregrinos, Sabina de Polonia, que habla perfectamente el español y Jerome de Francia; desde Zamora siempre hemos coincidido en los mismos destinos, solo que ellos, llegan casi a la hora de la cena.
Hoy salgo a las seis, el día está espléndido, aunque gélido por la altura a la que voy pasando, entre los 1000 y 1300 metros. Así que salgo el primero, pues el resto fijan como destino Lubián a solo 16 kms. Marcho a buen ritmo, mientras que paulatinamente va clareando el día. Llego al puerto del Padornelo por el arcén de carretera y de gratos recuerdos cuando no existía la autovía y circulaba con frecuencia por estos parajes. Muchos camiones con cargas pesadas y especiales aparecen aparcados en la zona de la gasolinera y el hotel. Paso ante una cruz de piedra y me interno a través de frondosos robles y castaños por un camino pleno de viveza, el agua cristalina fluye por doquier en arroyos y regatos imprimiendo un chasquido característico. Es la tónica de la etapa manando agua por la naturaleza dotándole de vida. Aciberos un pueblo de montaña con tejados de pizarra y las casas de granito, cada rincón es digno para plasmarlo en fotos. Sigo hacia Lubián entre inmensos bosques de robles y el agua que mana por sorpresa en infinidad de regatos y arroyos. Son las 9:30 cuando decido descansar y tomar un refrigerio sentado en la plaza de la majestuosa Iglesia. Me dirijo por empinadas y agrestes sendas por el santuario de la Tuiza y el río Tuela que marca la senda a seguir por el exigente puerto de La Canda, florecitas amarillas, violetas, rosas junto a los tonos verdes de la vegetación dotan de un colorido precioso, oliendo el fragante aroma de sus pétalos. Llego a la cima del puerto y grito eufórico “Galicia”, el premio al incesante esfuerzo tiene su recompensa con los paisajes que se ciernen ante mi presencia. Ya corresponde descender, llego a Canda y pregunto a una señora donde puedo repostar agua, me dice ahí tiene un caño de fresca y abundante agua, que es buenísima. Llego a Vilavella y entre inmensos y verdes campos por carballeiras con enormes bloques de granito para facilitar el paso cada vez mayor de peregrinos. Asciendo hacia la aldea de O Pereira con casas vacías y puertas desvencijadas y raídas por la lluvia y humedad frecuente que soportan por la climatología de constantes frentes de borrascas. Algo cansado por los continuos desniveles entre rocas que presiden mi destino. Llego a O Cañizo la aldea que está antes de A Gudiña y me tomo un refrigerio para acaparar fuerzas, ya entro en A Gudiña descendiendo en largas rectas. Me alojo el el flamante albergue de A Gudiña “Casa de a Viuva”, donde residía una señora y sus tres hijos, estando viuda. Decido comprar las provisiones alimenticias en un supermercado que muy gentilmente me regalan un cuenco de barro para preparar la comida en el microondas.
23/04/2024
A Gudiña 760 - Laza 490
37.01 kms - 07:22:32
Con la luz de la luna llena que ilumina mi senda salgo aún a oscuras por una carretera local que remonta hacia la cima de unos de los muchos cerros de perfiles redondos que dominan todos los contornos por donde discurren ríos en los profundos valles, con florecitas amarillas, violetas, rojas, azules entre un tupido verde que adornan y se ensamblan mágicamente, al fondo queda el azul del agua remansada del embalse de Portas, en donde se refleja desdibujado el paisaje que le rodea. El columpio situado enfrente del embalse, bascula despacio con vaivenes suaves para impregnarse con calma de los nítidos colores que le envuelve y oliendo la dulce fragancia que la naturaleza expele.
Paso por algunas casas, llamadas vendas, en donde algún perro avisa de mi parsimonioso paso, pero nadie se asoma a verme. Continuo descubriendo el paisaje por una carreterita en la cima de los cerros por donde transito. Los árboles de robles o carballos como se conocen en Galicia, pinos y eucaliptos adornan mi camino entre serpenteantes y largos caminos que se encuentran en la falda del monte. La vía férrea del AVE rompe este paisaje, horadando con túneles y viaductos de hierro, pues no existen llanuras que permitan el acceso del tren. Llego a Campobecerros y me siento en la puerta del bar de Rosario, que está cerrado por jubilación pero hete aquí que un perro avisa de mi presencia y Rosario abre la puerta, me reconoce y amablemente me invita a una refrescante cerveza mientras conversamos de tiempos pasados que el presente los digiere, con jubilación y muerte.
Continuo a buen paso por una empinada carretera que me lleva a una gran cruz de madera, paso por Portacamba sumido en silencio con pórticos en las vacías viviendas, una señora a mi paso me dice: buen viaje. Prosigo hacia mi destino en Laza descendiendo por una carretera con frondosos árboles con tonalidades verdes. Llego al albergue, hago las labores del peregrino y me dispongo a comer en el restaurante Picota, pero está cerrado por jubilación y los bares que ofrecen comidas también están cerrados, me comentan que por fumigación. Así que espero paciente sentado en el pórtico de una casa vacía para comprar en un supermercado a sabiendas que no encontraré menaje ni cubiertos. Ya me las arreglaré y quedará como anécdota que siempre recordaré, pues esta opción no es rutina.
Jubilación, fumigación, vacío, silencio y muerte
, la triste realidad.
Buen Camino José Antonio.
Buenas caminatas te haces, José Antonio
Cuando yo la hice terminé mi etapa en Campobecerros y la siguiente en Alberguería.
¡¡¡Ultreia!!!
24/04/2024
Laza 490 / Xunqueira de Ambia 540
33.76 kms - 06:44:31
Unos portugueses de Vinhais del distrito de Tras Os Montes, población del camino zamorano/portugués, en la que me he alojado en tres ocasiones, compartieron habitación en el albergue de Laza, algo bullangueros, sonándole el teléfono móvil con frecuencia, llama la atención, si lo comparamos con el sigilo de los peregrinos de otros países,siendo ante todo educados y correctos.
Hoy afronto la salida de Laza por el arcén de carretera hasta Soutelo Verde y Tamícelas, pero desde aquí continuo por carretera en ascenso constante hacia Albergueria, pues son bastantes las veces que lo he emprendido por el camino, así de 460 metros se alcanzan los 910 metros en 6’5 kms de subida. Y ya sabéis que me va el asfalto. La pareja de portugueses opta por seguirme con paso cadencioso y renqueante por alguna ampolla. Vistas preciosas del monte circundante que deja al fondo el hondo valle. Las flores de los arbustos y maleza impactan por sus tonalidades de colores: amarillas, violetas, blancas y azules, dotándole de una amalgama de colores a esta florida primavera por las lluvias que precedieron en la Semana Santa. La mente se abstrae y logra disfrutar en plenitud con la soledad y esta homogénea naturaleza. Los pasos acompasados y firmes consiguen auspiciar en armonía y encuentro, solo interrumpido por el sonido cadencioso de los bastones al impactar en la tierra y por el canto del cuco que presagia la llegada de la primavera.
Tras la paciente y prolongada subida se llega a un lugar mítico del camino el bar repleto de conchas en donde los peregrinos han dejado su huella, corresponde tomar un refrigerio y plasmar este momento con algunas fotos. Entre bosques de carballos de tupidas hojas verdes desciende la senda hacia Vilar de Barrio que aparece encaramada con sus casas de granito entre la frondosa vegetación. Decido detener mi ritmo para hacer un descanso y comer un bocadillo, conmigo también hay sentados un grupo de 12 discapacitados visuales que han iniciado el camino desde Puebla de Sanabria y finalizan en Ourense para retomarlo en próximas fechas. Van acompañados de perros guías y los más perjudicados por los propios compañeros, que en algunos momentos se detienen hurgando el granito de las viviendas. Es admirable la fuerza de voluntad que derrochan para demostrar que todo es posible si hay compromiso. Su luz se hace más nítida emprendiendo el camino. Comienzo a ver hórreos y también señoras lavando la ropa en una balsa de agua por la que mana desde un caño un torrente de cristalina y fría agua. Prosigo mis pasos tras la silueta del peregrino Edu por un largo camino de cultivo; donde en un tiempo fue la laguna de Antela. Entre carballeiras en ascenso y frondosos robles que proporcionan sombra, refrescando el esfuerzo del caminante con la implacable subida a la aldea de Cima de Vila. En descenso por algún tramo embarrado que es preciso adoptar la precaución necesaria, se llega al bucólico albergue exento de viviendas y automóviles, proporcionando sigilo y deleite en el descanso del peregrino. Xunqueira dispone del monasterio de Santa Maria la Real, una joya del arte medieval. Aún estamos muy pocos Peregrinos que el hospitalero a las 19:30 nos entregará las fundas desechables y tomará la filiación.
25/04/2024
Xunqueira de Ambia 540 - Ourense 130
22.95 kms 04:46:56
Hoy me corresponde emprender una etapa de transición hasta la capital de Ourense, puesto que de continuar serían más de 40 kilómetros y en la ciudad de las Burgas tengo que resolver varios asuntos logísticos.
Salgo el primero tras haber dormido en un solo compartimento, antes era un dormitorio compartido. Tan solo hemos sido 8 Peregrinos los que nos hemos alojado. Hay que aprovechar la climatología pues se avecinan lluvias para todo el fin de semana, días típicamente gallegos. La etapa excepto las inmediaciones de Xunqueira que discurre por carballeiras que bajan y suben para evitar la carretera en la que son solo algo más de 2 kilómetros, a partir de aquí el camino y la carretera se fusionan, hay acerado cerca de las aldeas y el resto del itinerario consiste en seguir la línea blanca de la carretera, pues no hay arcén, los escasos vehículos que transitan gentilmente tiene la deferencia de dejar un amplio margen y algunos conductores saludan con un toque de bocina.
Recibo llamada telefónica de la casa rural Bubela de Castro Dozon, donde tenía previsto alojarme mañana, reservando previamente ayer, “no se preocupe” me dice Carolina y me envía un wasap de confirmación, pero me llama para decirme que había entendido que la reserva era para hoy y que el fin de semana está completo. Así que cambio de planes, no estaba previsto que me alojase en lo que fue un almacén de ataúdes, denominación de origen de esta zona.
Paulatinamente entro en el polígono de San Cibrao y comienza el tropel de vehículos que con sus gases y ruidos tratan de imitar a la humareda blanquecina constante que sale de una chimenea visible desde Xunqueira. Me detengo y un perro comienza a ladrar, dándome la bienvenida, la dueña se acerca para comprobar “in situ” que era un humilde peregrino. Continuo hacia Seixalbo aldea de origen medieval que acoge a los peregrinos con su arquitectura tradicional labriega y de interés etnográfico. Entre viñedos me recibe Ourense por sus largas y empinadas calles y como es pronto para la acogida en el albergue, me decido
ir a la estación de Renfe para adquirir el billete de vuelta, que tras intensas y arduas comprobaciones el empleado logra conseguirme unos billetes para mi regreso, pues como era de esperar los trenes desde Santiago de Compostela están completos, un desvío a Pontevedra es la solución.
He comido en el Meson A Vita, muy recomendable, aunque he esperado unos minutos, siempre vale la pena, local decorado con fotografías, trofeos y equipos de fútbol y con una sabrosa y abundante comida tradicional gallega, en esta ocasión me he decidido por una merluza a la gallega, el camarero me reconoce de otras veces que he tenido la oportunidad de degustar sus manjares y sus apreciados vinos. Y aquí estoy en el albergue tratando de descansar para las tres intensas etapas que me esperan, que serán el colofón de este agradable y venturoso camino.
26/04/2024
Ourense 130 - Hostal El Ateneo - Piñor 540
29.44 kms - 06:20:06
Ayer en la iglesia próxima al albergue de Ourense, precisaba de asistencia espiritual, pero tras esperar pacientemente sobre media hora tuve que desistir, puesto que el sacerdote estaba con la feligresa de rodillas en el confesionario dándole unas platicas, que parecían muy interesantes. Opté por tomarme un té verde con limón mi bebida predilecta en la concurrida calle inmediata al albergue Eligio Rivas Quintas, me quedé contemplando los edificios de granito, muy propios de Galicia, que a mi me dan una sensación de frialdad tremenda y más cuando el cielo está nublado. Salude a María Dacuña que tuvo la deferencia de visitarme en el albergue.
El albergue estaba a tope, pues entre los escasos peregrinos y los abundantes turigrinos y turistas que se congregaron que no cesaban de hablar en el dormitorio compartido y hasta algunas iban con el atuendo del pijama. Así por la mañana como casi siempre soy el primero en levantarme y tomo mis pertenencias para vestirme y ordenarlas fuera del dormitorio. Salgo con ropa de lluvia, pues las predicciones meteorológicas vaticinaban agua, que en el transcurso de la etapa quedó en las intenciones.
Hoy me he decidido emprender la etapa por el puerto del Canedo, pues desde el año 1999, siempre me he ido por Tamallancos, así siguiendo la carretera hacia Vigo, giro a la derecha hacia Castro de Beiro y Reguengo y tras cruzar un túnel aparece la empinada y larga cuesta de El Canedo, en 2250 metros asciendo 280 metros de desnivel por lo que resulta un promedio de más del 12/100 de elevación. Una auténtica cuesta sin parangón. Pasando este exigente esfuerzo me interno por interminables bosques galería que cubren mi marcha a cobijo de las sombras que propician su elevada altura. Paso por Mandras y otras aldeas fantasmas , donde solo se oye el ladrido de los perros desconcertados dentro de las fincas, por el paso sigiloso de un peregrino.
Llego a Cea y junto a la torre del Reloj, decido reponer fuerzas con un plátano que está madurando en la mochila. Ya estoy próximo a mi destino y por una carretera local en ascenso voy entre aldeas que se solapan y los inmensos robles que la cubren. Llegado a la aldea de Reino me desvío por el Google Maps hacia mi destino el Hostal Ateneo, un paraíso en la naturaleza, con una aceptable habitación y una pantagruélica comida que sacia mi voraz apetito. Ya me conocen pues esta es la tercera vez que decido hacer un alto en el camino. La casa rural Bubela en Castro Dozon, que almacenaba ataúdes, no estaba prevista para mí, por lo que me ha permitido descansar en el hostal El Ateneo de nuevo.
27/04/2024
Hostal Ateneo-Piñor 540 - Bandeira 350
42.73 kms - 08:25:04
Ayer permanecí recluido en la habitación del hostal, había comido muy bien y con solo dos yogures que Sonia, la dueña del hostal, me regaló, tuve suficiente para la cena. Aproveché para ver una película en RTVE play para estar entretenido y descansar, muy importante para afrontar etapas. Hoy al desayuno Sonia, como las veces anteriores, me loprepara sin cobrarme nada, le entrego una manita de la amistad de Mocho. Es un acierto descansar en el Hostal Ateneo. Calidad, atenciones y buen precio.
Salgo cuando aún es de madrugada. Como la mañana va a ser lluviosa, decido salir pertrechado de ropa de agua, son los días típicamente gallegos, el orballo hace acto de presencia cada vez más intenso y también más gélido, llego a Castro Dozon en algo más de 8 kilómetros, elijo el itinerario del arcén de la n-525, así evito los innumerables charcos y barro del camino y de esta forma marcho más rápido y también más seguro, pues no hay tráfico. Como la lluvia arrecia sin más, tras comprobar por Google Maps que la distancia se reduce en unos 5 kilómetros hasta mi destino de hoy en Bandeira. Yo marcho mejor por asfalto y con esta decisión evito carballeiras embarradas y caminos llenos de fango. Reconozco que quien señaliza el camino trata de evitar tramos de carretera para eximirse de responsabilidades, pero sí continuo por el camino señalizado posiblemente, tal como está de barro, me hubiese resbalado, pues las zapatillas están muy desgastadas por el talón. Llego a Lalín y en un bar me detengo para ajustar el equipo y también calentar mis heladas manos con las bebidas de Cola/Cao y Te verde con limón. Nunca me había pasado este percance, los dedos eran incapaces y torpes para manipular algún objeto, tras calentarlas con las bebidas calientes, aprovecho para aplaudir y así reponer el tacto.
Hoy pocas fotos he hecho por esta circunstancia y también para evitar que el móvil se humedeciese. Prosigo hacia Silleda ya con tráfico más intenso, recuerdo el paso por el puente y algunas carballeiras de otras ocasiones, y sin duda he acertado, es la primera vez que emprendo el camino por arcén en estos tramos.
Ya me quedan 7 kilómetros hasta Bandeira y el día da una tregua pues sale el sol. Como siendo las 15:30, a punto de finalizar el horario de comidas, por cierto de primero fabada, pero con alubias y macarrones. Llego al albergue, un módulo prefabricado, que está muy ambientado y caliente por los equipos de aire acondicionado. Salgo a comprar al supermercado Día un cable para cargador de IPhone, pues no consigo que cargue con el que llevo.
Ya mañana será el último día de camino, en el que espero llegar a Santiago de Compostela y lloviendo, que lo prefiero.
Venga Jaor, que ya casi has llegado!. Tremendo viaje el que nos has contado. Qué duros se hacen esos días de lluvia incesante gallegos!. Tu crónica me recuerda a cuando lo hice yo con bici, que buscaba la carretera con desesperación para llegar más rápido a destino evitando las carballeiras y el boñibarro.
28/04/2024
Bandeira 350 - Santiago de Compostela 270
33.25 kms - 06:48:51
Hoy ha sido el día que he llegado a la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela para abrazar al Apóstol Santiago en la catedral. Han sido 30 días de continuo y agradable esfuerzo y tesón, marcados por el compromiso de llegar a la meta, perseverando en la constancia y también la suerte. Las personas y los lugares se han aglutinado, prodigando la sorpresa y el silencio acompañado del susurro constante que llevo dentro. Han sido 18 días en Febrero hasta Zamora y 12 días desde Zamora hasta Compostela.
El camino es el medio, la introspección y la superación personal son las metas. Hoy sabía que era el ultimo día de mi peregrinación y he tenido una mezcla de inmensa alegría y también pena, pues en el final del trayecto, siempre queda un poso de encuentros conmigo y con otras personas que perdurarán siempre. He tenido también la fortuna de no padecer ninguna patología física, pues he tratado de asegurar y pisar con prudencia para evitar una caída que pudiera originar un tropiezo con las consecuencias que lleva implícito.
El camino que he finalizado hoy hace el número 16 que emprendo desde Córdoba. Son sobre 950 kilómetros plagados de aventuras, en donde se fusionan el esfuerzo físico con la voluntad y superación de la mente, que hay que tratar que se conjuguen y se igualen sin que haya preponderancia de alguna.
Hoy desde Bandeira he salido por el arcén de la n-525, hasta la aldea de Penaporrin en donde ya he ido por el camino. Cipreses enhiestos que protegen y cubren de sombra, la senda al peregrino. En la bajada prolongada hacia Ponte Ulla, me he dejado caer en una suave carrera pisando de talón. Ya en Ponte Ulla corresponde ascender, se pasa por el albergue de Outeiro y por aldeas en donde presiden un cruceiro, llego a Ruibal y junto a una fuente decido tomarme una pieza de fruta, ya continuo entre subidas y bajadas constantes, paso por Santa Irene, A Susana y Deseiro, lugar de gratos recuerdos del albergue de Reina Lupa. Antes de la ermita de Santa Lucía, rebaso a un nutrido grupo de mujeres peregrinas, cada vez más la mujer está acaparando el camino, pues ayer en el albergue de Bandeira también había un grupo importante de mujeres portuguesas. Ya corresponde subir hacia el barrio de Angrois de infausto recuerdo por el descarrilamiento de un tren. Antes de llegar a la calle del Sar atisbo al fondo las torres de la catedral, es el momento de levantar los bastones y gritar eufórico “ALBRICIAS”, me hacen la foto en la puerta de Mazarelos, por donde entraban los peregrinos mozárabes, como es la hora de almorzar me dirijo al restaurante Manolo, y en la puerta saludo a Mario Clavel, persona involucrada con los temas jacobeos, tras esperar una media hora entro comer y saludo a Paloma su propietaria. Me alojo en la hospedería de San Martín Pinario, enclave privilegiado que está próximo a la catedral y que dispone unos dormitorios austeros, que tratan de conservar el espíritu Peregrino. Aquí saludo a Guilherme. Recojo la Compostela y ya esta tarde procuraré asistir a misa de peregrino.
¡¡¡Ultreia, peregrino!!! Nada más terminar un Camino ya empezamos a pensar en el siguiente. Y, en mes y medio espero estar como tú hoy, dándole un abrazo a Santi.
Enhorabuena Jaor! Una vez mas
Abrazo
Enhorabuena José Antonio, dale recuerdos a Guilherme de mi parte. Un abrazo!
Enhorabuena!!
29/04/2024
Santiago de Compostela
Ayer pretendí asistencia espiritual, sin éxito, era Domingo y debido a la carestía de sacerdotes, ya que los que absolvían estaban en sus respectivas iglesias, celebrando la Santa Misa. Acudí incluso a la iglesia de San Francisco. Así que no valía con el acto de la contrición. En todos mis caminos que he llegado a Compostela, nunca he tenido la oportunidad de recibir las indulgencias pues tenía innumerables pecados y algunos de ellos no se podían perdonar. Hoy por fin lo he conseguido, pues he encontrado un sacerdote por la catedral y ha podido absolverme de mis pecados, así que en la celebración de la misa he podido culminar por fin mi peregrinación con la dispensación de las indulgencias. Para mi es el motivo fundamental de la peregrinación, comprendo que otras personas tienen otras preferencias, @que respeto.
Ayer encontré a Sabina y Jerome en la plaza del Obradoiro, compañeros Peregrinos en diversas etapas en la que coincidimos en los alojamientos, me impresionaba su fortaleza, pues llegaban en muchas ocasiones casi a la hora de la cena. Ahí no queda, pues emprendían etapas de 50 o 60 kilómetros. A Gudiña a Albergueria, Albergueria a Ourense, Ourense a Oseira y Oseira a Ponte Ulla. Ayer Sabina de nacionalidad de Polonia y residente en Londres, celebraba su 40 cumpleaños, una cifra redonda que había que celebrar, así que tras arduas y exigentes etapas convenía concederse un buen refrigerio, de pantagruélica cena y abundante bebida, aunque yo por prescripción facultativa solo tomé un vaso de vino y una ligera copa de cava para propiciar el brindis del feliz aniversario de Sabina.
Hoy he abrazado de nuevo al apóstol Santiago en el altar mayor y como no había vigilantes, he querido que plasmasen este momento tan importante para mi con foto. He recorrido la zona monumental. También he desayunado en la hospedería de San Martín Pinario, muy recomendable por la atención y proximidad. He adquirido la sabrosa tarta De Santiago. Y aquí estoy esperando el tren que me desplace a Pontevedra para tomar desde esta ciudad otros enlaces, puesto que los trenes desde Compostela están completos desde hace tiempo.
Os agradezco vuestras felicitaciones y que espero que hayáis sido partícipes con las fotos y crónicas de mi 16 peregrinación a Compostela desde Cordoba. Se cumplen años, pero el entusiasmo y la fuerza de voluntad se incrementan. Saludos y Buen camino.