Etapa 18: Pietralunga - Città di Castello | Recorrido

Distancia: 
30,1 km
Duración: 
8 h 45 min
Dificultad: 
3
Paisaje: 
3

0,0

9,7 km

Un bonito recorrido por el borgo nos conduce, desde la plaza de la iglesia, a través del Corso Matteotti y la Via Sant’Agostino. Dejamos atrás la muralla para bajar unas escaleras (Via dell’Ospedale) y realizar un zigzag tomando la Via San Vicenzo. Esta desemboca en la SP20, por la que vamos un instante a la izquierda para proseguir, ya en el lecho del valle, por la misma calle de San Vicenzo.

Como todo lo que se baja se sube, y viceversa, ahora ascendemos a la derecha por una pista hasta unas casas, y desde ellas por una senda arbolada en 200 m de fuerte cuesta.

A la vista de Pietralunga, en lo alto giramos a la izquierda por una carreterilla sin tráfico y vamos superando varios cruces bien señalizados. Por un bosque descendemos rápido a un nuevo valle, no lejos del hotel Candeleto y los apartamentos Il Pioppo, hasta la casa de Banditelle. Nos acompaña el torrente Carpina, que cruzamos junto a un viejo molino rehabilitado.

5,0 Cruce del torrente Carpina. Si el firme ya estaba cada vez en peor estado, desde el puente la carretera presenta un estado lamentable, malo para los coches pero beneficioso para los peregrinos. Por ella, con el abrigo de masas caducifolias y pinares, subimos hasta la encrucijada situada entre los montes Roncino y Celone.

A la vista de los Apeninos, omnipresentes en el itinerario franciscano, toca nueva bajada para cruzar un regato, donde se dispone un oratorio de la Madonna. El ascenso posterior nos aproxima a la Pieve de’Saddi, visible a lo lejos, a la que hemos de desviarnos 100 m.

4,7 Pieve de’Saddi.

9,7

5,7 km

La carretera, que dispone de un arcén terroso y se dirige hacia el norte, nos lleva ahora por un cordal con vistas a ambas vertientes, sendas vaguadas tapizadas de bosques. Este tramo, sin embargo, no dispone de demasiada sombra, y el paisaje se torna por momentos monótono.

Dejando a la derecha el monte Santo Stefano, subimos hasta el alto de Campanile, con dos casas. A continuación se baja hasta el cruce con la carretera que, al pie de monte Casale (699 m de altura), regresa a Pietralunga. Al fondo divisamos el valle del Tevere.

Bordeando el pobre cementerio de Candeggio, entre praderas y pinares alcanzamos el cruce de Candeggio (ostello a 200 m), con área de descanso y fuente.

15,4

3,0 km

En el horizonte septentrional lejano se alzan los Alpe della Luna, macizo que se localiza entre las regiones de Emilia-Romagna, Marche y Toscana; nosotros proseguimos en la Tierra, pisando firme hacia el valle del Tevere. Delimitada por pinos y cipreses, la carretera se prolonga por el cordal, llegando así al cruce de Collevecchio.

18,4

4,6 km

Superadas dos casas, la ruta parece una pista de salto de esquí, ya que tiene una pendiente del 10%. Castigando la articulación de las rodillas descendemos entre vetustas terrazas pétreas, algunas todavía ocupadas por olivares y otros frutales.

Tras varias revueltas llegamos al ubérrimo y delicioso valle del torrente Soara, con sus viñedos, afluente del Tevere. Entre las casas de Sporgano Basso y La Scuola desembocamos en la SP106. No sin peligro vamos por ella a la izquierda hasta el molino del Sasso, donde encontramos un área de descanso con fuente, y también un bar-restaurante que los festivos está abarrotado.

23,0

7,1 km

Desde el molino es necesario superar un sector muy complicado, ya que el río va encajado por un desfiladero, que se prolonga 650 m. Luego, somos afortunados, nos desviamos a la derecha por un sterrato que asciende con fuerza y nos ofrece vistas sobre el valle.

Entre casas nuevas y viejas, subidas y bajadas, y bastantes olivos, vamos dibujando un considerable y perceptible rodeo que nos parecerá interminable. Transitamos por el lugar de Sacro Cuore y luego por el bosque, en el que se sitúa un bello crucificado de madera.

Después de cruzar un torrente y salir al campo abierto, reconocemos por fin Città di Castello, pequeña ciudad que parecemos rodear y evitar. Al fin bajamos hacia ella por Via Monsignor Cesare Pagani, hasta la Via delle Terme. Esta discurre junto al cementerio —en realidad son dos— con su iglesia cupulada, y concluye en el Viale Raffaele de Cesare, por el que vamos a la izquierda.

Desde una rotonda continuamos a Piazza Garibaldi, y ya al pie de la muralla, al lado del Palazzo Vitelli a Sant’Egidio, accedemos al casco antiguo de Città di Castello por Via Albizzini hasta la iglesia de San Francesco.

Siempre al frente, la Via del Popolo se prolonga hasta Piazza Gabriotti, que acoge la torre Cívica, el Palazzo dei Priori y el Duomo. ¡Hemos llegado!

30,1